La primera gira de la 2008: un viaje inolvidable a Mar del Plata
Levantó la mano con seguridad, fue el primero. Las 106 personas, 91 compañeros y 15 entrenadores, que formaron la ronda se enfocaron en él. Era el momento de cierre de la gira, el primer viaje como equipo para los 91, fue ahí donde, con solo nueve años, tuvo la claridad para poner en palabras lo que se vivió intensamente durante tres días. “Conocí más a mis amigos y me hice nuevos amigos”, dijo con una sonrisa que le iluminó la cara.
La definición se repitió una y otra vez. Pero también hubo otras palabras que se reiteraron: respeto, alegría, amistad, juego, diversión… La 2008 cubana tuvo su bautismo de gira en un viaje inolvidable a Mar del Plata.
Desde el primer minuto los 91 jugadores entendieron que no sería una travesía más, sino que se embarcaban en una aventura que recordarán el resto de sus vidas. La excitación del comienzo se mantuvo viva durante gran parte del viaje de ida que, para alegría de los entrenadores, (solo) duró seis horas.
“¡Yo quiero ver a CUBA campeón!” “Quiero ver a los jugadores…” “¡Que andan diciendo que estamos de la cabeza pasaron 40 años y volvimos a dar la vuelta!” El cancionero de la 4B tuvo en la 2008 intérpretes de lujo.
El Campus Santo Tomás fue el búnker de CUBA en la ciudad. Ahí transcurrió una parte importante del viaje. La división por grupos para dormir, lejos de generar protestas, fue aceptado con alegría. Para muchos ese espacio fue una oportunidad inigualable para conocerse.
Por cuestiones climáticas, el sábado había pronóstico de tormenta eléctrica, Sporting Club, los queridos amigos marplatenses que nos invitaron, decidieron cambiar el partido para el domingo, lo que nos dejó liberado el sábado. Fue un día increíble que empezó con bowling y fútbol, un almuerzo en Playa Grande y el partido de los Pumas frente a los All Blacks, como cierre.
Las ceremonias del Himno Nacional y el Haka fueron dos de las principales emociones, pero fue la aparición de Tute Moroni en la pantalla gigante la que provocó la locura. El “olé, olé, olé Tute, Tute” inundó el amplio salón. Pese al resultado, los chicos siempre alentaron con alegría.
El domingo, después de desayunar, llegó la charla previa al partido con Sporting, San Carlos y Unión Sur. Los jugadores entendieron inmediatamente que jugar al rugby era uno de los principales objetivos y así lo tomaron. Con unas ganas enormes, pese al cansancio, dieron todo.
El respeto por sus amigos, rivales y por las personas que visitamos durante estos días fue una constante. En ese sentido, fue un viaje modelo. No hubo que lamentar un solo conflicto o peleas.
Desde el primer minuto los 91 jugadores entendieron que no sería una travesía más, sino que se embarcaban en una aventura que recordarán el resto de sus vidas. Así lo vivieron.
¡Felicitaciones a la 2008!
Los entrenadores de la M10